Claro que asimismo hay que admitir en pos del Prius —además de las dos décadas de virtud—, que el sistema de Toyota es más eficaz en lo que se refiere a consumo. Todos los híbridos de Toyota sostienen el complejo cambio de engranajes planetarios que funciona como un variador continuo. Tecnicismos y eficiencias al margen, el asunto es que al pisar con ganas el acelerador, el motor de gasolina se revoluciona hasta determinado punto prácticamente fijo y después el turismo va ganando velocidad poco a poco. Vamos, que el ruido —por muy apagado, aislado o encubierto que esté— no tiene bastante que ver con la sensación de velocidad. El beneficio es que consigue realizar funcionar al motor de gasolina en un rango mucho más eficaz de revoluciones.
Tan solo el confort de bacheo me semeja mejor logrado en el Toyota pero, a cambio, el Ioniq sosten mejor los movimientos de la carrocería al pasar por juntas de dilatación, por servirnos de un ejemplo. Ahora vimos que Hyundai logra ganar en algunos puntos esenciales , pero no en otros que también son claves . Relacionado con sus puntos a favor está también el comportamiento dinámico. Ahora bien, una cosa es abandonar batir récords olímpicos de aceleración o recuperación y otra admitir que nos tenemos la posibilidad de dormir en los laureles y tolerar ciertos lastres por aquello de la ecología y tal.
— y intentando de ahorrar comburente sin obcecarme tampoco por la última décima. Dentro del segmento Compacto, podemos encontrarnos con modelos como el HYUNDAI IONIQ 1.6 GDI HEV STYLE DCT con motor gasolina, que lleva a cabo 141 CV, cambio automática y que consume una media de 4.5 l/100Km y registra unas emisiones de 85 g/Km. Tiene el acabado Style y se trata de Compacto con carrocería de 5 puertas y 5 años de garantía. La habitabilidad interior es correcta sin más ni más, en relación a su tamaño pero tirando a buena por lo que respecta a espacio para las piernas en las plazas siguientes, si bien tirando a escasa en anchura y, sobre todo, en altura. El maletero sí es bueno, aunque el Prius tiene mayor capacidad gracias a su mayor tamaño. Donde sí tiene ventaja el Ioniq frente al híbrido de Toyota es en la presentación interior.
Hyundai Ioniq 1 6 Gdi Hev Style Dct Con Trailer Pack
En cuanto a los frenos también me han similar mucho más dosificables de emplear. No puedo decir si aguantan más o si paran el vehículo en menos metros pues no lo he verificado, pero la retención habitual que se aprecia en el pedal es algo menos apreciable en el Ioniq. Y la dirección, por su lado, tiene un nivel de precisión muy notable y en zonas de curvas contribuye un tacto realmente bueno y una información precisa de lo que ocurre en el tren delantero. Resumiendo, el Ioniq está más próximo al accionar dinámico de una berlina media usual, al tiempo que el Prius —con todo lo bueno que tiene, que es mucho— es una berlina media peculiar. Los 2 tienen la característica del freno de estacionamiento de pedal, si bien el salpicadero del modelo coreano no semeja la nave de Star Trek —apreciación subjetiva— ni tiene la instrumentación en el centro. Desgraciadamente, no falta el sistema de “infodistraimiento” mediante pantalla táctil en la consola central, pero por suerte muchas de las funcionalidades se pueden conducir sin apartar la vista de la carretera con botones convencionales.
Por supuesto, hay que elegir con qué versión de V40, A3 o Q30 equiparamos, pero en términos generales el Ioniq viene con un equipamiento de serie más completo y tiene un buen volumen de maletero , si bien su única opción es la pintura metalizada. Con respecto al Toyota y al Lexus, sucede más o menos lo mismo, pero en la situacion del CT 200h hay que irse a las ediciones más caras para intentar igualar equipamiento con el Hyundai. En conducción habitual, con todos y cada uno de los elementos de confort libres andando, sin brusquedades ni acelerones, respetando las normas pero sin obsesionarme con el consumo, el pc de a bordo fluctuaba entre los 5,4 y los 5,6 l/cien km de media. En el final, las cifras que ves de consumo están más o menos en un término medio (5,1 l/100 km), conseguidas con el climatizador encendido —si pagas por tenerlo, no lo dejarás apagado, ¿no?
Equipamiento De Serie
Pero si acelera o recupera mejor que el Prius no se debe solo a la diferencia de capacidad sino, más que nada, al cambio de doble embrague. El primero se activa predeterminado al arrancar y el segundo, al mover la palanca de cambios a la izquierda, lo que también da pie a utilizar el modo perfecto secuencial. Dicho de otro modo, el estilo de desempeño del Ioniq tiene más elasticidad de utilización, se parece al de algún otro vehículo de gasolina o diésel con cambio de doble embrague, no a una Vespino. Al liberar el pedal del freno y apresurar desde parado o al pisar intensamente para hacer un adelantamiento, el Ioniq avanza paulativamente y en un silencio absoluto, es precisamente más rápido y acústicamente más confortable que el Prius.
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Hace varios años, al probar la segunda generación del Prius, dije que le hacía falta poco para ser una opción alternativa razonable. En este momento los híbridos como el Toyota o este Ioniq empiezan a ser legión y logran unos consumos en carretera próximos a los turbodiésel de hace pocos años con unas prestaciones más que razonables. Hombre, también hay que tomar en consideración que, entre controles de velocidad y dictaduras de lo políticamente preciso, en este momento circulamos con menos prisas y la velocidad está demonizada, que todo ayuda a fin de que los híbridos nos parezcan mejor. Eso sí, sobre todo en ciudad, aunque la circulación solo con el motor eléctrico tiene límites como le pasa también al Ioniq. Los 141 CV de potencia máxima combinada del Ioniq dan para conseguir unas prestaciones más que suficientes, refulgentes incluso sabiendo el género de vehículo que es.
De esa manera, otras personas podremos emplear de deportes de sobra de 400 CV con la conciencia ecológica más tranquila. El inconveniente es que pienso que no soy nada original. Cierto que con un turismo híbrido no se espera realizar una conducción “al ataque”, pero el Ioniq en modo Sport tiene una contestación que no te esperas en el momento en que hundes con ganas el pedal derecho. No es que sea la abuela de Piolín cuando sacaba la escopeta para atemorizar al gato Silvestre, pero asimismo sorprende.
Equipamiento Al Terminado
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