Mantiene este sabor a tradición, incluso en ciertos gráficos del cuadro de instrumentos digital. En el instante de su creación, Ford buscó cuál era el límite entre un vehículo de carreras y uno legal en la calle, y justo en la frontera puso al Shelby GT500. Por este motivo podemos encontrar todo cuanto hablamos hasta la actualidad, pero también tecnología y detalles para el día a día. Desde el momento en que pulsas el botón de encendido, el rugido del escape eriza la piel. Y al acelerar es emocionante, tanto como lo es el apetito de este V8 al devorarse el velocímetro.
El Mustang GT es una versión avanzada del famoso motor V8 de 5 litros del Mustang, que incorpora tecnología de inyección de comburente dual para un desempeño mejorado. No obstante, el Mustang Mach 1 tiene un impresionante V8 de 5,0 litros especialmente modificado y calibrado, capaz de lograr un increíble par motor de 460 CV a 7250 rpm y 529 Nm a 4900 rpm. Ambos modelos traen una suave y ágil transmisión manual de 6 velocidades o con una sofisticada transmisión automática de 10 velocidades.
Su mejor momento está a un régimen entre 5.000 y 7.500 rpm —sí, es capaz de girar a revoluciones de esta manera de altas—, si bien su aptitud de pegarnos al respaldo al apresurar no deja de sorprender aun partiendo de relentí. Con 5,2 litros de cilindrada y un supercargador Eaton de 2,6 litros, no esperaba menos. La meta de la compañía era que aquel coupé, que nació como un deportivo asequible, alcanzara un nivel de desempeño en circuito digno de de deportes de renombre. Exactamente el mismo Carroll Shelby dijo que ese GT500 era el primer vehículo del que realmente se sentía orgulloso. Para ganar puntos en circuito, asimismo se han instalado una secuencia de elementos aerodinámicos, como un splitter de adelante, un difusor o un spoiler tipo \’Gurney Flap\’, todos ellos fabricados en fibra de carbono.
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Su opcional sistema de amortiguación MagneRide™ ajusta la suspensión automáticamente a las condiciones de conducción de cada momento y te afirma una conducción suave y equilibrada. El cambio automático de doble embrague hace tan bien su trabajo, que Ford decidió no ofrecer una transmisión manual en esta generación. Allí no verás un motor de tres tubos para ningún modelo de la gama Ford Performance; lo más pequeño que hallarás es un V6 de 2.7 litros.
Aun puedes mandar sitios desde la app FordPass de tu smartphone de manera directa al sistema de navegación SYNC 3. El sistema tiene dentro una pantalla táctil a color de 8” que incorpora los gestos de pellizcar y deslizar para un control aún mucho más deducible. SYNC 3 también puede conectarse con Apple CarPlay y Android Coche, y con AppLink puedes acceder a ciertas aplicaciones preferidas de tu teléfono. El habitáculo se viste con lo esperado de un coche de este nivel, con volante forrado en Alcántara, datos en fibra de carbono, unos espectaculares asientos Recaro y pedales de aluminio. Se siente como el deportivo que es y el diseño muy “a lo Mustang” también agrada.
Para comenzar, hablamos de un paquete de ediciones que no se enfoca únicamente en la estética, y que además de esto está disponible para cualquier Shelby GT500 fabricado a lo largo de los dos últimos años . Hace unas pocas semanas la firma Shelby American anunció la publicación de una esencial novedad para mediados del actual mes de diciembre, y desde luego se trata de algo particular. Charlamos del Mustang \’King of the Road\’, en forma de Ford Mustang Shelby GT500KR. En verano de 2019, Ford se llevó al Mustang Shelby GT500 al emblemático Goodwood Festival of Speed, y aunque causó revuelo entre entusiastas de la marca, Ford decidió que no se va a vender en Europa.
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En el habitáculo podemos encontrar asientos tapizados en cuero, alfombrillas bordadas y, en algunos ejemplares del coche, placas conmemorativas por el 60 aniversario de la publicación del primer turismo de Carroll Shelby, el Cobra de 1962. Shelby American también añade al GT500KR una recalibración para la suspensión adaptativa MagneRide, muelles delanteros y traseros de altura ajustable, barras estabilizadoras mejoradas y, evidentemente, un nuevo juego de llantas Shelby de 20 pulgadas, entre otras muchas cosas. Puedes supervisar el teléfono, la música y la navegación mediante órdenes de voz naturales.
Habrá a quien le guste, pero ojo, Mustang es un modelo que vive de puristas. Los mucho más puristas —que cuando charlamos de Mustang, no son pocos— criticaron que Ford no ofreciese una transmisión manual para esta generación del Shelby GT500. Es verdad que un cambio automático de doble embrague, por muy eficiente que sea, nunca reemplazará el sabor de una caja manual, si bien asimismo es cierto que de esta manera optimización sus tiempos de aceleración y se regresa más sencillo de supervisar.
Relucen por su capacidad de morder, pero sobre todo pues son incansables, y eso es importantísimo en un vehículo deportivo al que se le exige tanto en circuito. Eso sí, quizá el recorrido del pedal no fue completamente de mi gusto, pero eso no tiene nada que ver con su aptitud de detención. La violenta respuesta del motor nos hace sentir que a veces hay más potencia que tracción, lo que significa que hay que ser mesurados con el acelerador, si bien el sonido del escape sea tan adictivo que desees llevarlo a todo gas todo el tiempo. El Shelby GT500 marca solo 3,5 segundos en llenar el 0 a cien km/h, y 11 segundos en el 1/4 de milla. El Mustang Shelby GT500 se vale de un diferencial Torsen de deslizamiento limitado y de una transmisión automática de doble embrague de siete cambios desarrollada por Tremec para procurar llevar su poder al asfalto. Y digo “procurar” por el hecho de que ni con los neumáticos Michelin Pilot Sport 4S logra plasmar el 100 % de la tracción cuando llevamos el motor al máximo.
El Shelby GT500 es notablemente más recio que un Mustang GT. Varía la geometría de suspensión, recibe resortes helicoidales mucho más ligeros y estrena suspensión imantada. Ford enseña que esta fórmula le permite soportar la mayor aceleración lateral de cualquier Mustang, y no miente. El apellido Shelby GT500 es de culto en América, y Ford le pone particular cariño a cada generación de esta variación. Hacer el Mustang mucho más fuerte de la historia no fué algo que se tomen a la rápida. No solo fué cuestión de inyectar potencia a lo bestia —si bien un tanto sí— sino de hallar un chasis capaz de domar a 771 CV y 847 Nm que tocan el asfalto solo con el eje trasero.
Ford Mustang Mach 1
En ese planeta, donde los límites semejan no existir, el Mustang Shelby GT500 explota un V8 de 5.2 litros, y se corona como el Ford de calle mucho más potente de la historia. Una fruta prácticamente prohibida en Europa a la que hemos podido ponerle las manos encima y saborearla intensamente. – ford mustang segunda manodisponible tienda de alcala de henares el vehiculo es un ford mustang 3.7 v6 del ano 2012, error de publicacion… El nuevo Mustang Mach 1, que consigue los 100 km/h en 4,4 segundos, proporciona un rendimiento espectacular. Su nuevo servicio de refrigeración, dirección precisa y chasis mejorado garantizan una conducción estimulante.
La gama del Mustang en nuestro mercado, por consiguiente, queda compuesta sólo por el EcoBoost de 2.3 litros y el GT —con su variación Bullitt. Una son algunos acabados, por el hecho de que pese a su precio y nivel de activa, sigue tomando a un Mustang como punto de partida, y eso se refleja en algunas piezas recias. En el momento en que comprendes que andas pagando por desempeño, y no por gusto premium, lo ignorarás. En resumen, este Shelby GT500 mantiene ese carácter rebelde que tanto agrada en un muscle-car, y a la vez alcanza a ser tan obediente como lo amerita un vehículo para la pista.
Va a haber quien sea capaz de domarlo con tres pedales, pero el grueso de sus clientes, por muy amantes que sean de las transmisiones manuales, le sacarán mucho más partido con este cambio desarrollado por Tremec. Los primordiales desarrolladores o grupos automovilísticos estadounidenses cuentan con un nutrido catálogo de motores cliente, como parte de su oferta de complementos auténticos. Estos no solo están destinados a los clientes del servicio o talleres que deseen sustituir una mecánica estropeada, sino asimismo a todos y cada uno de los que deseen modificar sus automóviles, con independencia del modelo.